Hace un par de sábados volví a Bongos después de un tiempo, y vi un ambiente espectacular con bastante salsa en formato SBK difícil de encontrar en Madrid ciudad en los tiempos que corren.

Había gente procedente del entorno Ramdall, Tropical House, Maracas…. como si de todas aquellas salas, los que gustan de los ritmos latinos hubiesen encontrado allí su sitio.

Además con ese aire elegante que mencionaba Sergio Osorio, lejos del chándal y las zapatillas de deporte de otras sesiones.

Me pareció como una especie de reserva salsera en Madrid ciudad de noche, con salsa (música) de todo tipo, como la que sonaba en los sitios que he descrito.

De hecho, me acordé Rumba New Garamond y de aquellos jueves interminables del verano de 2015 en los que se hacía viernes bailando salsa en pleno corazón financiero. ¿Qué fue de todo aquello?

Este sábado pasado, con otras sesiones que dispersaron mucho el público, Bongos me pareció más al del ambiente de invierno.

Pero este verano ha traído también consigo la sesión SBK de Bonamara los miércoles, que sólo de ver los carteles que ha ofrecido, me parece todo un éxito.

Después habrán llenado más o menos, pero es tal la magnitud de lo que han hecho, que me parece hasta secundario. Yo no sé si la gente es capaz de valorar lo que sus organizadores han conseguido todas estas semanas: Kike y Nahir, Ataca y La Alemana, Tromboranga, Pablo y Raquel, Ronald y Alba…

Los viernes y sábados, terrazas como Mambo Swing que han seguido apostando por el SBK, y salas como Ázucar, Orishas Dance en Cha3, 7 Rosas o Sala Calipso, han sabido mantener su sitio.

Y luego está lo de Jowke los domingos, que es como el Coliseo del baile para todo Madrid.

Cada época tiene sus salas icono, sus sitios emblemáticos. La Riviera o Pincel tuvieron sus épocas doradas (Pincel sigue siendo un referente para mí)… pero yo creo que ahora se puede decir que estamos en la época de Jowke.

Dentro de unos años se hablará de Jowke para referirse a una serie de años en los que no ha tenido parangón los domingos.

El pasado estuve en su aniversario, y habiendo una cola de una hora para entrar, de ella no nos salíamos ninguno.

La sala de salsa, para un salsero como yo, fue de lo más logrado que he visto en mucho tiempo… Pensad que hay sesiones de salsa dura que consideran un éxito aforos de 80 y 100 personas. Aparte una música de todos los estilos para quitarse el sombrero y bailar como más te plazca.

La terraza haciendo las veces de sala de bachata, es tan difícil de explicar con palabras, que sólo puedo referiros al vídeo del final.

Termino deseándoos un plácido mes de agosto, ya sea en congresos de verano, sesiones en ciudades, o descansando.