cats madrid - relatossalseros.wordpress.com

Cats Madrid

Volver a Salas de Baile      Ir a su Facebook

La liturgia salsera por excelencia de los domingos en Madrid durante años y años. En octubre de 2018, en una presentación de RRPP, el jefe de sala dijo que llevaban abriendo domingos desde 2002 ininterrumpidamente.

Haciendo que las tardes del domingo la gente se anime a bailar. En ese sentido no ha tenido competidor (excluyendo el antiguo Bonamara en verano) hasta abrir Jowke.

Una sala inmensa, quizás la más grande que he conocido del circuito a la par con Jowke, con muy buena música y una acústica excepcional. También con multitud de posiblidades para sentarse y descansar, con unas barras enormes para poder tomar una copa hablando.

Me atrevería a decir que, todos hemos pasado por Cats desde que empezamos a bailar. Combina todo tipo de edades (sin llegar a la tercera a penas) y niveles de baile, pero la tónica yo diría que es un nivel medio (cubaneo en su mayor parte).

En Cats, han dado cita decenas de grupos que se están iniciando, junto con clásicos del mundo-baile aprovechando la tarde del domingo antes de afrontar la semana. Además, en Madrid ciudad.

Cerrando 2018 y en primavera de 2019, me ha parecido ser una sesión más bachatera, aunque el día que he estado diría que acercándose las 12 de la noche, me pareció escuchar bastante salsa. Sí que es cierto que se anunciaba ya como sesión Bachatea.

Hasta entonces, las anteriores veces que había estado, diría que han puesto en su mayor parte salsa y bachata (por igual), con alguna kizomba de forma puntual. Yo diría que casi todo su público bailaba salsa cubana.

Después, en otoño de 2019 estuve 2 veces y me pareció bailar algo más de bachata, pero tampoco mucho más (las bachatas son más cortas). Es más, me gustó tanto la sesión que decidí hacer un relato en el blog.

Tengo un recuerdo especial de ver allí a un montón de gente de la escuela en la que empecé. Todos haciendo setentas entre nosotros. Fue un cambio en mi forma de entender la tarde de los domingos.

Se hacía complicado dormirse después de estar 2 o 3 horas recibiendo sensaciones. Quedando o sin quedar, siempre había gente allí, y conforme fui cogiendo más solera, llegó un momento en que saludaba bastantes veces a lo largo de la tarde-noche.

Me acuerdo que veía a gente de distintos grupos que se posicionaban habitualmente en el mismo sitio. Gente que iba conociendo allí mismo o en otras salas. Guardo muy buen recuerdo de aquella época.

Desde que arranqué el blog, he ido varias veces.

En mi mente salsera, sigue siendo una de las salas de baile en la que cerrar la semana con una sonrisa. Buena música, buen ambiente.

Hasta los meneitos (que no son santo de mi devoción) los han manejado bien. Recuerdo uno de ellos con un chachachá de Santana de cineSalsas muy buenas en su mayor parteLa pista llena, buena señal aunque se haga complicado bailar.

Siempre merece la pena el rato que voy. He solido irme sobre las 23h., pero en general, me hubiese quedado hasta el cierre.

Reflexión muy personal:

Cuando empecé en el mundo-salsa, ya llevaba años abierto, y cuando me fallen las rodillas, probablemente siga ahí.

En estos años, he conocido decenas de salas de baile, y centenares de salseros (por llamarles de alguna forma), y que en el único sitio del que tengo recuerdo de todos ellos, es en Cats.

Para el resto, se me viene un grupo de gente en concreto, más o menos amplio a la cabeza, pero en todos los casos me faltan personas.

Podría decir que ha jugado con ventaja al hacer su sesión salsera los domingos y la oferta es menor, pero he conocido bastante sesiones domingueras y casi ninguna le ha hecho sombra durante mucho tiempo (luego han llegado otras muy buenas, especialmente en la periferia).

Es como la Chocolatería San Ginés, o como las pelotas del caballo de Felipe III (Plaza Mayor). No sé si habrá algún madrileño que no haya pasado o quedado allí. En este caso, algún bailongo.

Diría incluso, que tenía un componente compadreo entre habituales, un pelín mayor al del resto de salas.

Será de los que eche de menos cuando cuelgue las botas. Para mí, durante mucho tiempo, los domingos se ha bailado en Cats. Creo que es de esos sitios que una ciudad como Madrid se merece.