Probablemente fue en algún Shango Baila cuando vi a Yanulka por primera vez, sin embargo la visión más nítida que se me viene ahora es un taller de Afro-Cubano que impartió en Shine Mambo de 2018.

Luego ya la vi en un intensivo de son de su escuela, y en varias de sus matinees en las que he podido también bailar con ella. Recuerdo incluso, un intensivo de conga santiaguera bastante divertido.

Más de pasada en La Candela y en alguna otra fiesta cubana, su presencia es frecuente en eventos similares aquí en la capital. Diría que a fecha actual, es una de sus referencias en la cultura afrocaribeña, ya sea timba, rumba, afro, casino, e incluso reguetón.

Un par de refrescos acompañan su relato el pasado 29 de junio en su escuela, Orishas Dance, entre los barrios de Las Musas y San Blas.

Relatos Salseros: ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

Yanulka O’Farrill: 20 años ya.

¿Empezamos por tu biografía?

Siempre he tenido condiciones artísticas. Mi mamá me lo vio desde pequeña y me llevó a la Escuela Vocacional de Arte de Paulita Concepción, en La Habana, Cuba, en el Barrio del Cerro. A partir de ahí no he parado de bailar.

Luego me aceptaron en la Escuela Nacional de Arte, donde hice el bachillerato y comencé hacer cosillas como el vídeo Mueve la cintura, del conocido salsero Isacc Delgado, que fue uno de los primeros y más relevantes vídeos de aquella época. Sali en la portada de 1994 de la discográfica EGREM.

Después de aprobar las pruebas de acceso a las compañías más grandes del país, que entonces eran el Folklórico Nacional de Cuba, y Danza Nacional de Cuba, elegí la primera, que es folklore cubano puro y duro, durante 8 años.

Poco antes trabajé con el Cabaret Tropicana, que actuaba entonces en el Hotel Habana Libre dirigido por Santiago Alfonso, uno de los coreógrafos más importantes de Cuba. Estuve poco tiempo, me caló y me fascinó, pero ya me había escogido el Folklórico Nacional.

Estando en la compañía aprendí lo que no está escrito, desde el escenario hasta ponerme sola las pestañas postizas, obligatorias en todos los teatros en que actuábamos. Coincidiendo aquello me llamaron para el casting de La flaca, de Jarabe de Palo, muy bonita experiencia.

Allí estuve hasta 1999 que vine a España. En aquel entonces no le vi cabida al afro aquí en Madrid, y eso que lo intenté en unos talleres de línea con rumba que montó Javier (Monier).

Ahora sí se está haciendo esa fusión

Particularmente, las fusiones no me incomodan para nada. Todo lo contrario, una fusión bien hecha es brutal, siempre que se haga bien.

¿Te gustaba lo que veías?

Estaba Ramdall, Empire, Azúcar (el viejo), que ponían música cubana y puertorriqueña de la época. Había un ambiente cubano muy bueno.

Me es más fácil bailar la salsa puertorriqueña.

Cuba es una potencia mundial a nivel musical y cultural. Italia controla la timba como nadie, pero porque llevan bailando música cubana desde hace mucho tiempo y el nivel es súper alto.

Aquí lo que pasa es que no hay nivel suficiente. Hay timbas más lentitas, como El niño y la verdad, Maykel Blanco, y otros. La timba es muy rica por la mezcla y por la energía que desprende. Realmente no es tan difícil, sólo hay que ser constante.

El afro no es como la salsa, es una coordinación de todo el cuerpo, aunque el movimiento de torso es muy similar en algunas ocasiones. Mis alumnos del año pasado ya tienen un buen nivel de afro. Con la constancia todo llega.

Sé y siento que poco a poco en Madrid va a ver ese nivel porque mis alumnos ya me lo están exigiendo. Cada vez quieren saber más y más sobre el afro cubano, y eso significa algo. Empecé dando media hora de afro y media de rumba, y me pidieron una hora de cada cosa.

Pero eso no lo veías en Ramdall.

Nada de eso se veía. Ha habido una evolución muy grande para bien, tanto para vosotros (españoles) como para nosotros. Soy una cubana un poco rara, me encanta bailar todo: Timba, línea… todo con su matiz. Yo bailo línea también, pero le pongo lo mío.

He tenido muchas etapas y muy bonitas aquí, por eso tengo que decir que España me encanta. Hice vídeos publicitarios, trabajé con La Orquesta Mondragón, con grupos brasileños y cubanos por toda España, televisión con el conocido Manzanita, publicidad con Juver, con Gafas Afflew, he compartido escenario con Oscar de León.

Empezó a ponerse mala la cosa y vi difícil vivir del baile, asi que lo dejé 5 o 6 años para trabajar como agente de viajes, hasta que llegó la crisis de 2010 y comencé a impartir clases de afro en Alarde Danza, en la sala de Alejandra Weill, sin dejar de mencionar las clases en Goya, que fueron un éxito.

Sin olvidarme de las clases en el local de mi amigo Delfin Alcolea en Delicias, donde encontré muchas alumnas que hoy por hoy me siguen.

Pero no dejé de bailar, me salían trabajos y los alternaba con las clases, como ir a Portugal con Los del Rio, Antonio Carmona, con Roko, a Alemania con Los Jóvenes Clásicos del Son, un concierto con el Grupo Orishas, viajes a China, y muchos festivales y actuaciones más.

A partir de ahí fue en Ramdall, que por cierto estaba allí Cheo, cuando vi que la crisis y el paro que había, ayudaban a que muchos españoles quisieran aprender a bailar. Fue observando que empezaba a haber más españoles en las discotecas, que antes solo había latinos.

El boom vino con la línea y con la cubalínea, que muchos cubanos la enseñaban. Todo era línea. A los españoles les era más fácil una técnica muy fija. Aparte, los alumnos que aprendían 2 figuras y se ponían a dar clase.

La línea se quedó un poco rutinaria, y se vieron en la necesidad de enriquecerla con el afro y la rumba. Ahí fue donde descubrieron poco a poco el potencial que tenía la cultura cubana.

¿Quiénes empezáis a impulsar esos movimientos en Madrid?

Para mí, Javier Monier. Bajo mi punto de vista, siempre ha estado ahí impulsándolo, luchando, reinventándose.

Por mi parte, mi escuela (Orishas Dance) quiero que sea principalmente de cultura cubana. Quiero defender lo mío aunque también haya bachata y kizomba. Que prevalezca la salsa cubana para levantar mi cultura en Madrid.

De hecho, la idea de arrancarla vino después de estar en un Guaguancó Festival (de Jorge Camagüey) en Lloret de Mar, en el que vi hasta japonenes , franceses, alemanes bailando cubano como si fueran de Cuba. Ahí fue donde me pregunté, ¿y porque en Madrid no?.

Me encantaba también la forma de Amor de Dios, esa escuela de flamenco con todas sus salas y plantas. La Meca del flamenco, es lo que quiero yo con mi escuela. Ahí me planteé que yo podría tener una escuela cubana grande en la que tener de todo: Afro, rumba, timba, son, casino… y afro con música en vivo.

Cuba tiene muchas manifestaciones de baile, como para llenar 3 festivales, como el que vamos hacer en septiembre del 10 al 13 de septiembre, Guanguancó Festiva World Madrid en El Escorial, por primera vez en Madrid, con artistas como Maykel Fons, Yanet Fuentes, Roly Maden, o Diana Rodríguez entre otros.

Con esto no digo que me parezca mal el On2 Puerto Rico o el Nueva York, que de hecho lo vi en un festival en Portugal, el Setúbal Salsa Experience, donde di varios talleres y compartí con nuestro Dani Castillo, y me fascinó.

Es muy parecido a la timba porque puedes hacer lo que sientas cuando el chico te suelta, como pasos libres, y me sentí como pez en el agua, súperrrr. El baile es vida, todo es lindo en el baile, lo que hay es que sentirlo y veras que vas a volar.

¿En casino se ve menos? ¿Y en el cabaret cubano?

En casino las chicas también se adornan, pero de otra manera. Prevalece más el movimiento de cadera, que da lugar al de brazos de forma natural. Pero reconozco que el casino es mucho más tranquilo, y la chica, bajo mi punto de vista tiene poco protagonismo.

En el cabaret cubano se mezcla mucho el contemporáneo de Cuba, con el folklore, el afro, la cubanía. También tiene una gestualidad, sensualidad y elegancia sin igual.

Es un baile que, particularmente se lo recomiendo a todas las mujeres porque nos ayuda a conocernos y a sacar, como digo yo, la reina que todas llevamos dentro. Esa sensualidad que todas tenemos, pero sin forzar nada, sale solo.

¿Congresos como Shango Baila y escuelas como la tuya, han generado un cambio en Madrid?

Sí. Shango Baila desde 2015, y Orishas Dance desde 2017.

La gente ha evolucionado muchísimo, y el Shango fue una despertar muy importante en Madrid.

Hay alumnos que quieren incluso, clases de sólo teoría. Necesitan saber qué es Yorura, Arará, Palo… Antiguamente eso era inviable.

Tengo más alumnos de afro y de rumba. Ahora estoy metiendo hasta un poco de canto porque me lo están pidiendo. Quieren conocer la cultura cubana, el por qué de todo. Quieren saber en qué momento de la música viene la parte de timba, dónde puede entrar Arará (o cualquier otro orisha). Gente de todas las edades y perfiles, incluso OnLine.

He abierto hasta una clase que se llama Despelote,que es para enseñar a mover cadera, hombro, etc., que se baila en una parte concreta de la música (salsa) y no todas las músicas lo tienen, y es muy fácil de reconocer, ha sido un éxito en mujeres.

La abrí por sugerencia de mis alumnas, pero lo curioso es que muchos chicos también me la han pedido. Eso significa algo, hay un movimiento que se está cociendo, hay algo que está pasando que la gente tiene curiosidad por aprender.

Ahora en los intensivos de julio voy a dar clase de Despelote del 20 al 24 con Paolo Suaréz, un chico peruano que no es profesor pero que baila súper bien la timba y la salsa cubana. Me gustaría que los chicos también vean cómo se mueven los hombres en Cuba.

Escribí que puede que el reguetón termine elevándose a arte dentro de mucho tiempo, como la rumba, que también es callejera en origen. De hecho, ya se mete en la timba (el reguetón) ¿Qué piensas?

No lo veo, porque la rumba tiene un efecto de música en vivo brutal, que no le tiene el reguetón. ¿Quién puede con ese efecto? ¿Quién puede con esa vibra de los músicos cuando tocan en vivo?

Están también los percusionistas. Cuando hago afro en vivo aquí en la escuela, se llena, y la gente se emociona mucho.

El reguetón entra en la timba como un baile más de la cultura cubana, de los muchos que se meten.

¿Dónde termina el baile y dónde empieza la religión en las danzas afrocubanas? ¿Qué tiene que pasar para que estés haciendo santería? Es algo que se puede plantear alguien que baila el Eleggua, por ejemplo.

Aquí en un tablao flamenco, cuando sacan a La Virgen y le cantan una salve, en la misma sala hay quien lo hace con connotaciones religiosas y hay quien no. No es lo mismo tampoco, bailar sevillanas en ese tablao, que una saeta en una procesión católica.

Normalmente, en las fiestas religiosas tiene que haber un trono en el que están todos los orishas.

Luego, los tambores batá tienen que estar consagrados mediante una ceremonia que les inhabilita ya para ser usados en bailes no religiosos. Los músicos consagrados en ese tambor, son los únicos que pueden utilizarlos, y sólo para fines religiosos, de lo contrarió sería una falta de respeto grave por parte del músico dueño del tambor.

En esta escuela, lo único que enseño es cultura cubana, no entro en religión.

Incluso en una clase de Oshun (por ejemplo), puede haber un ambiente tan bueno que yo me erice bailando por la energía que hay en el ambiente, pero no es santería porque el tambor no está consagrado.

En teoría, tampoco se pueden sacar fotos en los ritos religiosos, aunque ya lo ves en Youtube porque todo evoluciona.

¿Qué te parece lo de llamar Salsa a la música cubana?

Hay mucho desconocimiento. Es como cuando se llama Mambo a la línea On2, cuando el mambo tenía su propio baile. Pero no son cosas que me preocupen.

¿Y para potenciar la salsa, cuál crees que es el camino en música y en baile?

Creo que todo es evolución. Al igual que el casino vino del son y es muy bonito, a mí la timba me fascina, me desfoga, me parece muy rica musical y coreográficamente.

Para potenciar la salsa cubana, creo que debe haber buenos profesores que enseñen bien, y sobre todo que enseñen las diferencias entre los tipos de salsa. La enseñanza de la salsa cubana (casino) es diferente a la de línea, pero si enseñas bien vas a tener más y más alumnos.

Yo tengo mucho interés en aprender todo. Cuando vine aquí hice funky, samba, etc, a parte de toda la formación que nos dieron en la Escuela de Arte, desde ballet hasta teatro.

Pienso que si no se se meten cosas nuevas en el mambo, mucha gente se aburrirá y seguirá buscando nuevos bailes como la bachata sensual

Se aburren, todo caduca.

Yo enseño casino para el que le gusta, también enseño son, pero también timba para el que lo pide, y cabaret., y si puedo mezclarlo con algo que me guste, lo hago, que como dije, si está bien hecha la mezcla, estoy a favor.

La evolución es vital para un país. Pero no puede venir por gente que aprende en tres días y ya quiere dar clase, tiene que venir de gente que sepa, buenos profesores y profesionales.

Si no pasa un poco como con los que dicen que bailan cubana… Pero resulta que en casino (cubana) no se pisa hacia atrás, es caminando.

Pasa con la bachata dominicana, que me fascina… luego llegó la sensual y no me parece mal.

Así que está lo cubano tradicional, como el casino, la línea, hay cubana cubana… y el que quiera cubalínea que la baile, pero que no lo le diga al que empieza que eso es cubana.

Yo realmente estoy sorprendida como ha avanzado el cubaneo en Madrid. Hace unos años no había nada, y ahora nos estamos uniendo.

Resultado de eso es La Candela, que es la unión de 3 escuelas cubanas de Madrid, Udance, Sálsate, y (nosotros) Orishas Dance, y estamos moviendo el movimiento cubano, sin dejar detrás a William con La guapería musical, que fue uno de los que empezó con el tema.

A parte de La Candela, también hacemos en Orishas Dance una sesión de salsa cubana y bachata llamada La Matinee para que los alumnos practiquen, pero es abierta al público. Lo pasamos muy bien porque hacemos desde meneitos hasta ruedas de casino, todo muy cubano.

Y de verdad que todavía queda mucho por hacer, pero poco a poco hay mucho más ambiente cubano que otros años, y eso nos motiva muchísimo. Tiene que haber de todo en Madrid, se trata de que haya variedad para el bailador.

Desde aquí hago un llamamiento a todos los profesionales que trabajamos en este mundillo. Tenemos que seguir para adelante luchando por nuestro sueño y uniéndonos. En la unión está la fuerza.

Me refiero a todos, bailen lo que bailen, me da igual, el baile es salud y nosotros somos los encargados de curar a tantos enfermos que necesitan de nuestra alegría.

Permíteme dar las gracias a todos esos alumnos que me siguen desde hace mucho tiempo y que son fieles a mí. Gracias al apoyo de mi marido José Luis, y a todas las bellas personas que han pasado por mi vida en todos estos años.

Gracias a mi gran amiga que ya no está entre nosotros pero que fue mi guía en mis inicios en este país, Mariela Nelson Tamayo.

Gracias, aquí me tenéis para lo que necesitéis.