Hace unos meses cerraba Pincel, la última sala en la que la salsa sonaba como género prioritario en sesiones nocturnas de forma habitual. La verdad es que todavía no me apetece escribir sobre ello…

Desde principios de verano, los que disfrutamos de bailar salsa por la noche, hemos alternado distintos formatos: Desde el SBK de Bongos (la última vez que estuve fue muy bachatera), hasta salas de salsa en congresos SBK.

Es curioso esto último porque hace unas semanas, la sala de salsa del Madrid Bachata Festival tenía público habitual de sesiones mamberas, y empecé a ver esta opción como algo más atractivo que el SBK/BSK.

Al On1 Salsa Festival no he podido ir, pero me han dicho que ha sido espectacular, aunque de ser recurrente, Aranjuez igual se haría lejos.

Así que nos quedaban únicamente las sesiones mensuales de salsa cubana de Orishas Dance Night Party en Cha3, de las que hablaré en breve, hasta que este viernes Mambo Swing ha dado un paso adelante apostando por la salsa.

Me comentaba Javier Rodríguez (su dueño) que va a dejar una sala 100% salsa todos los viernes. Incluso he visto un cartel para el sábado que viene incluyendo sala 100% salsa (tienen también sala y terraza de bachata)

Y allí que he estado este fin de semana viendo cómo arranca su nuevo proyecto en una sala con pista de baile, barra de bar, mesas y sillas para descansar socializando…

No sé qué tal resultará, pero es lo más parecido que he visto últimamente a Ramdall, Pincel, Tropical House, Azúcar, o cualquiera de las salas que hicieron que me aficionase a la salsa hace diez años. Noches que iban precedidas de una cena con los Guapea en las que las chicas se ponían todas guapísimas…

Una sala a la que han asistido artistas internacionales hace ahora justo un año…

Volviendo a las salseras, incluso con sesiones de 4 salsas y 2 bachatas como las de Pincel, muchos hemos estado encantados (quizás más que con las 100% salsa). Y si ya meten meneítos de chachachá y algún merengue para integrar a los nuevos…

Pero cada sala escoge su formato, y Mambo Swing puede que sea la uno de los últimos bastiones de las noches de salsa en Madrid. Diría incluso que sesiones así, son la alternativa a que las nuevas generaciones no estén obligadas a buscar salsa con nivel en sociales vespertinos con gente de más de 50 años.