Eran sesiones que organizaba Salsea.Fui un martes cuando estaba empezando a bailar, y me pareció una jaula de grillos… la música no te dejaba ni hablar, pero la gente se lo pasaba de cine.
Era la sesión de los martes, por decirlo de alguna forma, y allí te encontrabas al entorno salsea que no esperaba al fin de semana para bailar.
No sé si la música era buena o mala porque todo me sonaba un poco igual, tampoco me acuerdo de si la pista era buena o mala. Sé que había como 2 ambientes, y que a la entrada veía a los que, para entonces, me parecían más súper profesionales.
La parte de abajo, petadísima de gente salseando como si no hubiese un mañana (no sonaba tanta bachata como años después).
Fue ese uno de los sitios en el que empecé a ver el componente tribal de la salsa, cómo ibas viendo a las mismas personas en los distintos sitios y días que nos iba marcando la ruta salsera madrileña.
La misma gente que verías el domingo en Cats, o en agosto en Cullera.
A mi amigo Alberto, es uno de los sitios que más le han gustado de aquellos años. Con el tiempo, la verdad es que recuerdo todos estos sitios como parte de lo que me enganchó al baile: Poder salir entre semana. No digo que sea lo único, y ni siquiera lo más importante, pero forma parte de ese todo.
En aquella época aún no hacía vídeos, pero creo que este de Youtube nos da una imagen de cómo era la sala.