Manu es uno de los personajes que ha contribuido de manera importante a difundir la salsa en Madrid.
DJ Omelencó fue el primero al que escuché nombrarle en su relato definiéndole como uno de los grandes de la salsa vieja en Madrid, además de bastante pionero.
Francisco Uceta habló de él (y de Sara) como de uno de los que movieron mucha gente en su día, aparte de mencionar su Chanclachá como una referencia en salsa brava.
Félix García le puso como ejemplo en el Madrid de la época dorada, incluso tratando de introducir el mambo.
Limeño de origen, bailador, bailarín, coreógrafo, DJ, organizador de salas, eventos, sesiones… Manu lleva más de dos décadas volcado en lo que hace, y después de varios cambios de residencia, espera a que abra el mercado para hacer lo que más le gusta en Múnich.
El pasado 24 de abril, con DJ Omenlencó haciendo de puente entre nosotros, llevábamos a cabo este relato haciendo uso de las nuevas tecnologías.
Relatos Salseros: ¿Cómo terminaste en Madrid?
Manu Ramos: Vine de Lima en 1998, con 14 años, y allí he estado hasta 2014. De allí traje mi afición a salsa por tíos y familiares a los que le gustaba.
Cuando llegué aquí, busqué sitios para bailar, y también emisoras de radio en las que escuchar salsa, pero no había (emisoras).
¿En Perú escuchabais salsa dura?
De todo tipo, tenemos una cultura musical muy amplia, y a las mejores bandas de cumbia. Pero lo que estaba más de moda en salsa para la gente de mi edad era la romántica, DLG, Adolescentes, Gilberto Santa Rosa, Victor Manuelle… Aparte estaban los clásicos como El Gran Combo, Óscar de León, Fania…
¿Había sesiones de baile como aquí?
No salía a discotecas aún con 14 años, pero sí que se hacían fiestas en casas de amigos y había mucha salsa romántica.
Fue aquí en Madrid, en un sitio por Marqués de Vadillo donde vi una rueda cubana por primera vez. Yo bailaba de calle entonces, y me pareció impresionante.

¿Fue el cambio hacia lo que se hace aquí?
Ahí empecé a aprender y a ir a Tropical House de Plaza de los Cubos. Yo bailaba todo, merengue, bachata, salsa…
¿Pero de escuela?
No, yo aprendí de ver a la gente bailar. Llevaba tiempo bailando cuando aprendía el Dile que no, por ejemplo.
Te hablo del año 2000-2001 que tenía 17 años y ya había quien bailaba On1 LA Style, pero yo seguía aprendiendo de ver a otros.
Después empecé a trabajar como RRPP en Cats los domingos con Pablo Vilches. Al principio iban sólo 15 o 20 parejas. Pablo enseñaba tango, y Yago bailes de salón y algo de salsa en universidades, y le puso de DJ.

Empezamos a mover la sesión, y apareció Luis Carrascosa, que había viajado por Nueva York y fue quien trajo el mambo NY a Cats, y nos pusimos a bailar On2 aquí en Madrid coincidiendo con el simposium. Sería 2002.
Ahí empecé como profesor. Pablo nos ponía a todos los RRPP en grupos pequeños alrededor de la barra que estaba en el medio, a enseñar a la gente separándolos por niveles. Yo enseñaba On1. Estuve allí hasta 2008.
¿Por eso te llaman MCat?
Sí. Llegamos a meter 600 personas cada domingo. Las liábamos pardas con los meneitos. Fue antes de la obra que dejó la sala como está ahora.
Cats me dio la oportunidad de empezar a pinchar. Yo había empezado ya a coleccionar salsa de Fania y similares, Joe Cuba, Joe Loco…

Me influenciaron Luis Carrascosa, Julio Mena, DJ Omelencó que le conocía de La Cubana, Mario y Juan de La Cubana.
Ellos intercambiaban música en soulseek. Omelencó me grabó a Tomy Olivencia, La Revolución 70, etc. Yo también compraba música por Internet y en algunas tiendas de música como Discos Manzana y otra que estaba en el C.C La Vaguada que tenía una sección pequeñita de salsa.
En Cats se pinchaba salsa comercial y romántica, y yo pensé que la gente tenía que conocer esa salsa vieja que yo iba teniendo, más orquestales y menos de estudio, esa esencia de la salsa de los 70. Me dieron desde las 12 hasta la 1 para pinchar esa música. Iván (DJ Omelencó) también traía mucha música.
Íbamos también a bailar y a escuchar música a Palacio de Gaviria, Ramdall, El Solar de los Aburridos… En general me sentía valorado en el mundo del baile como profesor y como DJ.

¿Qué hiciste después?
En 2009 empecé a bailar con Sara Güelmes y formamos Sabor y Bembé haciendo coreografías por toda España. Fue Félix García el que nos dio la primera oportunidad en el Simposium de 2010. Luego en Salsorro y en Murcia Baila.
Más tarde Ricardo Ergido, jefe de sala de Ramdall, nos permitió a Sara y a mí continuar allí la sesión Las noches de Nueva York los miércoles, donde sólo sonaba mambo. Era una continuación de la que inició Félix García, pero dándole nuestro propio aire. Estuvimos dos años hasta que Ramdall se convirtió en The Host.

Seguimos con nuestros shows y sociales, pero en Madrid no había una sesión para auténticos salseros, y Sara consiguió que nos dejaran hacer Chanclachá en el Mercado de San Fernando (Lavapies).
Se hacía por la mañana, y conseguimos que muchos salseros volviesen a salir a bailar. Le pusimos Chanclachá porque un cubano nos dijo que en Cuba se bailaba mucho en chanclas, y se nos ocurrió que el chachachá podría haberse llamado así.
También porque Lavapies era multicultural, y así nos alejábamos de la imagen de sesión con gente arreglada y con zapatos de baile.

Además he pinchado en muchísimas otras buenas sesiones como Palarumba. Llegué a pinchar en el Simposium de Salsa de Madrid, y en general casi todas las salas de salsa de Madrid. Fui el primer DJ invitado de La Mafia del Guaguancó.
Comentar que en Madrid un grupo de latinos trabajan por hacer que la salsa siga viva, e hicieron muchos sociales de día: La Parceria con su director Johan y su sesión Salsódromo Madrid.

¿A Reino Unido cuándo fuiste?
Desde 2014 hasta julio de 2019 que me vine a Múnich. En Reino Unido pinché en muchas sesiones, como en Londres en Bar Salsa, Pexaba Salsa Session, Mambo City, Peter Grove, I like it like that, Qué Rico Salsa Sessions, Palladium Mambo London, Salsateca London, Latin Paraise, Salsa Central Oxford,, SOS (Sunday Salsa Social)…
En Londres hay gente de todos los países, razas, colores, estilos, y clases sociales bailando salsa, lo que importa es que bailes. Se toman el baile social como un deporte y visten acorde a ello. Estaba la sesión SOS donde yo impartía clases de baile los domingos por la tarde… era bailar y bailar.
También las hay nocturnas donde la gente se arregla más. Allí tuve mi propia sesión que llamé Palladium Mambo. Allí (UK) los organizadores se ponen de acuerdo para hacer sus sesiones sin coincidir, por ejemplo el Mambo City era el tercer sábado de cada mes.
¿Cómo son las sesiones de Reino Unido en música y estilo de baile?
Se baila mucha línea y mucha cubana, pero van por separado y hay pocas sesiones en las que se bailen los dos estilos. En cuanto a música, yo ayudé a introducir la salsa con letra, ya que ellos pinchaban mucho latin jazz, que es muy instrumental y es la esencia que buscan los DJs allí.
Se hacen sociales en escuelas, en salas… y hay bachata y kizomba, pero en sesiones separadas también.

¿Hay congresos?
Sí. El más conocido es Mambo City. La verdad es que no fui a muchos allí, pero para mí fue la puerta para ir Norte de Europa y conocer otros congresos en otros países como bailador, como Polonia con su Congreso de Varsovia impresionante, con unas salas tan grandes que parece el rastro.
Berlín también tiene uno bastante grande y recomendable. En República Checa tienen los maratones de salsa 100% recomendables con sesiones de 12 del mediodía a 6 de la mañana durante tres días, sin shows y sin talleres, sólo baile.
En Reino Unido trabajé en Peterborough Latin Fest entre otros.
¿Y salsa en vivo?
Muy poca. En Norte de Europa hay más. En España se quejaban de que las canciones eran muy largas para bailarlas, y la verdad es que tenían algo de razón.

¿En Perú hay muchas escuelas actualmente?
Cuando salí de allí, no, pero ahora hay muchas escuelas y bailarines, también a raíz de Adolfo Indacochea.
¿Te gusta el formato SBK?
Lo he hecho. Al público hay que darle lo que pide, aunque yo soy más purista y prefiero pinchar sólo salsa.
¿Qué es para ti salsa dura?
Es la salsa de antes de los 80, con los guaguancó y la fusión que se hizo en Nueva York. A partir de los 80 se creó la salsa romántica, sensual, y los artistas hablaban de salsa dura y de salsa monga (romántica).
La salsa dura era también más de varones. En los 60 casi no cantaban mujeres salvo Celia Cruz, Lupe, Linda Leída, Celeste Mendoza, Mirta Silva… en los 80 con la salsa romántica salieron muchas más cantantes, y surgio mucho público femenino. Fue también una estrategia comercial.

¿La salsa comercial de ahora es el timbatón?
La salsa comercial es la que está de moda. Si Marc Anthony saca una canción salsa con Shakira, eso es comercial, como si sacan algo Los 4 con Gilberto Santa Rosa y funciona.
¿Y a ti cuál te gusta ahora?
Soy más de salsa vieja, de lo antiguo. Recuerdo a mi tío bailando Bomba Carambomba de Ángel Canales, y el primer vinilo que bailé de Joe Arroyo con 4 años. Luego me gustaron hasta Adolescentes Orquesta.
Ahora hay buenas bandas como Wayne Gorbea, La Candela, Tromboranga, Máxima 79… Hay pocas. También pincho mucho a Ricky Campanelly, Mañambo.
¿Tiene recorrido la salsa?
Dependerá de nosotros, de si sabemos llevarla a la gente que no la conoce. Como me dijo un DJ colombiano, la salsa (las canciones) está para compartirla, si no morirá en ti. Yo siempre compartí mi música, cada CD que traía.

Dices CD… ¿Qué te parece la moda de los vinilos?
Que efectivamente, es una moda, yo los tengo desde hace más de 20 años. También es una forma de ver quién está más comprometido con ser DJ. A veces cuando pinchaba, iba con tres maletas llenas de CDs originales.
Decía DJ Omelencó la música de coleccionista a veces es rara para el bailador, que la salsa dura a veces es imbailable. ¿Coincides con él? ¿Piensas que hay salsa para bailar y para salsa para escuchar?
Sí, la hay. En mi caso, soy bailador y bailarín, y eso me ayuda a la hora de elegir música como DJ, pero muchos coleccionistas que no bailan, si les dejases en una cabina en sesión, igual te soltarían una descarga que a ellos les encanta, pero que el público no podría bailar.
Pasa también que hay piques entre DJs, y piensan más pinchar algo distinto, que en el bailador. Yo pienso que lo que da éxito a un DJ es que su música sea conocida, que el público pueda cantarla mientras baila.
Si pinchas Llorarás, de Oscar D’León (por ejemplo), tienes la pista llena seguro. Eso también pasa con la salsa dura conocida, tienes que conocer al público, y si dudas empieza poco a poco a subir el nivel.

¿Y el baile cómo crees que ha evolucionado?
Se ha galactizado. A raíz de grandes maestros se han creado nuevos bailadores que son pura técnica, pero quizás les falte corazón al bailar, mirar a los ojos a la pareja.
¿Qué quieres hacer cuando se pueda volver del todo?
Desde mis dos úlimos años en Londres conocí a mi actual pareja sentimental y de baile, Jasmin. Con ella formamos MamboJazz. Dábamos clases de salsa y mambo, y también participamos en exhibiciones y competiciones de salsa en Londres.

