Organizado por Salsa Tabacalera, he estado en el social del sábado de su IV edición, 2019, y me ha parecido una experiencia.
En pleno barrio de Lavapiés (Madrid), en un edificio auto-gestionado (no voy a indagar más), y con entrada gratuita, allí estaba montado este saraete.
Un social que ha empezado nada más arrancar la tarde, casi veraniega por cierto, y que lo ha hecho con una exhibición de rueda. A continuación, música enlatada, y luego un directo bastante majo. He estado hasta media tarde, pero tenía pinta de tener buen rollo hasta el cierre.
Llevado a cabo en un patio que tiene bastantes años, cuyo suelo es de todo menos menos una pista de baile, pero en el que se podía bailar, no como en una sala de verdad, pero yo he bailado mucho.
El ambiente me ha parecido bastante majo. Gente de todas las edades con vestimenta casual, ni un solo tacón. Algunas caras me sonaban de otras salas o eventos.
Buen nivel de baile, con todo el mundo que he visto bailando cubana, y con música 100% salsa timbera y romántica.
Cuando he entrado, por un momento me ha recordado a mi viaje a La Habana. Quizás por el estado descuidado del edificio, quizás por ese vestir tan fresco de la gente, o puede que por una asociación mía entre estilos culturales de allí y de este festival en concreto.
El concierto no ha sido muy instrumentado. Parecía más bien de son que de salsa. Guitarra, voz, algo de percusión. Se puede ver un extracto en el vídeo. Sin embargo, ha estado bien bailar con música en vivo una vez más.
He visto hacer bastantes ruedas, y algunas con un nivel muy majo. De hecho, había algún capitán por allí de cuyas ruedas he participado en en La Malanga.
Me he dado una vuelta por el edificio y, aparte de la sala de salsa, había bastantes actividades que me han resultado curiosas, pero creo que hay que ir con la mente abierta para disfrutarlas: Desde pintura hasta peleas de la WWE versión Lavapiés. Algún perro por los patios (no por la zona de salsa).
Os dejo parte de una exhibición de rueda cubana previa al social porque me ha gustado mucho, y cada vez son más difíciles de encontrar. Aunque no está entera, son 4 minutos suficientes para disfrutar y apreciar el talento y las horas de preparación. Recomiendo verla con Wi-Fi.