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En pleno barrio de las huertas, ofreciendo comidas, cenas, mojitos… todo ello con actuaciones en directo (bolero, son, y otros ritmos lentos durante la comida/cena), entre los que se incluye salsa (aunque todo sea salsa).

Con un espacio muy reducido para bailar, y un nivel de baile más bien flojito o algo más fuerte según el día. Más que sala de baile, lo he visto como un bar-restaurante latino con opción de bailar algo. Me consta que muchas veces la gente se ha quedado bailando después de cenar. Hasta donde yo sé, público alternativo.

De hecho, lo conocí muchos años antes de empezar a bailar. Me encantaba ir a comer arroz con frijoles mientras escuchaba música cubana de fondo.

Con el blog ya arrancado, yo creo que he estado una o dos veces comiendo/cenando. Y antes de ello pero ya bailando, he ido poquito.

Sí que me hablaron en su día de que entre semana, el público de Tabacalera y este tipo de ambientes, montaba saraetes allí los fines de semana.

Me comentaron también, que entre semana, se podía tomar una copa ya tarde y quedarse bailando un rato, que hay espacio. no puedo corroborarlo.