Sala New Garamond. He bailado en en sus distintas etapas en las que ha estado abierta. En su día, me pareció la sesión estrella de los jueves, más tarde, ha sido tanta la oferta que no he podido volver a decir algo de una forma tan rotunda.
Empezando y ambientándose tarde, ha entrado en esas sesiones que ha podido provocar que el viernes que pase algo de sueño.
La pista, la música, la acústica… todo me ha gustado en la sesión rumba. El local, precioso, de hecho, yo diría que con un toque de elegancia diferenciador con respecto al resto, incluso de Pincel (y ya es decir), aunque este otro me haya gustado más por otras cosas.
Me ha parecido ver algo de postureo. gente que baila poco o no baila. Yo lo atribuyo a su localización, al estar en una zona de copas, pero los/las que bailaban tenían bastante buen nivel.
Muy recomendable. Respirándose buen ambiente, en pleno centro financiero de Madrid, rodeada de restaurantes de nivel en los que cenar o tapear antes de entregarse a sus ritmos latinos.
A mí me ha gustado. Al empezar tarde para ser jueves, recuerdo haber ido un poco antes y hacía algún taller, o tomar la copa viendo cómo lo hacían. Luego, poco a poco, se empezaba a llenar la pista hasta parecer sábado noche en cualquier otra sala.
En su primera etapa, fui unas cuantas veces y terminé conociendo de vista a bastante gente. En su segunda, sólo he estado una vez.
La música de su segunda etapa: Salsas muy buenas, muchas no las conocía, pero me han gustado bastante. Bachatas bastante clásicas, y alguna kizomba esporádica bien entrada la sesión.
Estuve desde el arranque de sesión, hasta la 1 o así… a partir de ahí, desconozco. hasta esa hora, arrancarón con un chachachá-meneito (me encantó).
El público, entre veintimuchos y cuarenta y pocos. nivel de baile muy majo, con la mayoría de la gente haciendo salsa cubana. vi algunos bailadores con mucho nivel, y algún principiante, entre medias, de todo.
La verdad es que, de 2015 o por ahí, tengo imágenes fijas en mi cabeza de los jueves de la Sesión Rumba. Salir a fumar un cigarro y ver las torres a tu alrededor, entrar y ver un local lleno entre semana…
Cuando empiezas en el mundo-baile, ya he dicho muchas veces que tus 2 o 3 primeros años son irrepetibles. Luego ganas en otras cosas… en mi caso, Rumba vino a coincidir con esa etapa en la que todo te sorprende, porque ya bailas bien, y todavía no hay nada que se te haga rutinario.
Y nos pongamos como nos pongamos, una sala grande y chula, hace que mires el reloj mucho menos que una pequeña. Cuando escribo estas líneas, la sala sigue abierta, pero aunque cerrase esta semana, el porte que ha dejado en muchos de nosotros es realmente destacable y digno de ser reconocido.