Me encantan las sesiones 100% salsa, ya sean estas en un formato elegante o con un público vestido más casual.

En ellas, además de ver a los que considero los mejores bailadores del circuito, creo que hay una música impresionante, difícil de encontrar en sesiones de otra índole, como el SBK.

Es casi música de culto, muchas veces de coleccionista, independientemente de que haya canciones producidas este mismo año. Junto a la salsa actual, la salsa vieja en vinilo cobra especial sentido en este tipo de sesiones.

Y es esta última, junto con las fotos de esos discos con la imagen de los músicos de los años 50, 60 y 70, la que muchos DJs de renombre muestran en sus muros de FBook como la joya de la corona. Incluso para algunos, parecen su seña de identidad. Muy acertado para bailadores con solera.

El caso es que en las sesiones salseras que frecuento, veo gente de 20 a 35 años con indumentaria igual a la de cualquier bachatero sensual, y parecen totalmente integrados en el ambiente, que en función de la sesión, puede ser más mayor que el SBK.

Sin embargo, echando la vista atrás, la salsa que me enganchó al baile fue la de Tropical House o Pincel, incluyendo Rey Ruiz, Víctor Manuelle, Marc Anthony, y otros artistas más de la era del CD y el mp3, con melodías románticas y muy comerciales, junto con la timba.

Esto es algo que saben muchos DJs, de hecho alguno me ha comentado lo difícil que se hace vender salsa clásica a gente que está empezando.

En ese sentido, creo que la timba se está vendiendo como algo en constante evolución. Se percibe en los vídeos de música cubana actual que comparte Jorge Aguirre Saoco, que podrían sacarse a discotecas para gente joven que no baila salón.

Parte del éxito de la bachata sensual (ya hablé de esto) es salir del estereotipo dominicano de los años 70 para dar paso a música occidentalizada.

Ya dije también, que es ese cambio de aires de la bachata sensual, el que ha puesto a bailar a muchos jóvenes, mostrándoles la dominicana ya de paso.

Pensemos que la gente que ahora tiene 20 años, igual no ha tenido nunca tocadiscos, y puede que ni se planteen entrar en una sala donde el vinilo y la imagen de mitad de siglo XX salten a la vista.

Probablemente mucha gente joven se identifique más con El cantante de Marc Anthony, que con la versión original de Héctor Lavoe. Cuánta música enviada a grupos, no quedará sin escucharse por la foto de los discos…

No es solo la salsa, si no cómo se envuelve… tanto la sonoridad como la imagen de quien la interpreta, lo que puede hacer que la gente joven (y no tan joven) se vea más atraída de primeras, o salga corriendo hacia la sala de bachata buscando otros aires.

Otra cosa es cuando ya se ha generado afición y se busca crema sin miedo a cambiar de siglo, pero ese ya es otro relato.