Hace unos días, fui a un espectáculo de fusión flamenco-afrocubano, pero que fue 90% flamenco. Pagué unos 25 euros por ver un algo que no requiere más talento que los shows de bailarines de salsa profesionales de un congreso de alto nivel.

Ninguno de los bailadores que vi, tenían más calidad que muchos de los actúan en un Madrid Salsa Festival o en un Shango Baila cuando son profesionales.

Podría ser algo puntual, pero antes de conocer el mundo-salsa, he visto mucho flamenco. de hecho, me sigue fascinando. Y siempre me han parecido espectáculos muy caros.

Sin embargo, en muchos congresos, vemos los shows como un añadido al full-pass. Y eso me hace pensar que, igual, no se ha sabido gestionar o vender bien todo esto.

Hará ahora un cuarto de siglo, cuando Mario Conde era una celebridad, y yo aspiraba a ser Presidente del Banco Mundial, recuerdo que ojeé el libro: Te tratan como te ven…des. no lo leí, pero el título se me grabó a fuego.

Puede que los patriarcas del flamenco, hayan sabido venderlo al mundo y a la jet-set, como algo repleto de arte, mientras que los de la salsa han fallado en ese aspecto, mostrándolo como una guinda más en sus eventos.

Es como si no hubiesen podido transguedir y mostrar estos artistas más allá del círculo salsero y/o bailador.

Quizás nos vemos capaces de hacer unas cuantas figuras de salsa, y el flamenco lo vemos algo más lejano que se nos hace más difícil de dominar.

Puede que sea ese, otro de los motivos por los que se estén llenando los congresos de compañías amateur. ¿Tenemos un exceso de oferta de bailarines de salsa? ¿la amplia oferta de eventos ha traído todo esto?.

He llegado a escuchar que, incluso los hay que los hay que se ofrecen gratis por promocionarse.

Actuaciones cortas como las que veo en Pincel o en Maracas, no he visto en flamenqueo, pero una cena con espectáculo, suele ser más cara que sin él.