Nunca había estado en un congreso de bachata. Conozco alguna sesión en la que he tomado una copa bailando algo con mi estilo madrid (que diría Jose), y salseando lo poco que hayan puesto.

Pero, cosas de la vida, el fin de semana pasado estuve en el Salamanca Bachata Festival, y aunque en mi caso ha sido más por mi entorno que por devoción propia, creo que toda experiencia en esta vida, aporta un mejor entendimiento de las cosas.

Y la verdad es que lo que vi allí fue un auténtico tsunami bachatero.

No voy a entrar a comparar el mundo-salsa con el mundo-bachata, porque en esta vida cada uno tenemos nuestras preferencias y todas son buenas. Es más, mucha gente disfruta de ambos géneros.

Volviendo a Salamanca, hay que verlo de forma holística para poder entender lo que allí se vivió. Aquello es como un mini-planeta en el que el epicentro es la bachata.

A partir de ahí, sólo hay que observar los rostros de la gente al ver subir a la tarima a sus artistas preferidos a dar un taller, para comprender que para ellos es algo más que baile.

En medio de todo esto, el merchandising: las mallas, las gorras, las camisetas…

Por cierto ¿cuántos tipos de bachata hay? fusión, urbana, nueva, touch, sensual… la verdad es que como no hice ningún taller (sólo ojeé), tampoco sé si se diferencian mucho.

Un solo taller de salsa el sábado… eso dice mucho de cómo viven estos eventos los más devotos de las ondas. Taller que, por cierto, me perdí por ser el primero de la tarde. Recuerdo que bromeé diciendo que sólo faltaba que soltasen leones por la sala mientras lo daban.

Personalmente agradecí la sala de salsa que pusieron en el social… gran sesión, con más gente de la que me esperaba, bachateros incluidos buscando salir un rato de la sala principal.

De dicha sala principal, destacaría la imagen que me ha quedado de ver el escenario lleno de bailarines al estilo de lo que había visto en Maracas, con un público totalmente entregado, bailando, gozando…

Sólo me queda quitarme el sobrero ante lo que han conseguido los patriarcas de la bachata. Decía el presentador de los shows del sábado, que esto del baile va por ciclos, y que ahora es lo que hay.

Coincido con él en que la bachata está viviendo una época dorada. ¿Hasta cuándo? a saber… no tengo una bola de cristal… me decía un amigo que fuese pensando en montar Relatos Bachateros. Bastante tengo con mantener este blog 🙂 , le respondí.

Yo seguiré a lo mío, con la misma pasión de siempre… pero reconozco que Salamanca ha sido para mí, mucho más que una visita turística.