El drama de ser buen profesor de salsa en Madrid - Relatos Salseros

El drama de ser buen profesor

Vuelvo a este asunto porque me parece capital para entender la salsa en Madrid.

Recién arrancaba el blog, escribí algo acerca de la cantidad de gente que veía que daba clases de baile sin tener una base sólida para ello (acceder). También hablé de los profesores estrella.

Hoy sigo desarrollando la idea porque hace unos días, me comentaba un profesor/artista, que no siempre se tienen todos los alumnos que uno desearía, y que eso conlleva su mal rollo, así que pensé: ¿Cuánto tiempo es necesario para sentirse orientado en el mundo-baile?

Y no hablo de saber si te gusta más la línea o la cubana, o diferenciar lo que es bailar en 1 o en 2, que también… hablo de conocer un poco quién es bueno (top-famosos aparte) y quién no, más aún, de valorarle como profesional, de sentir admiración hacia él o ella.

¿Cuándo se empieza a ir a congresos? ¿Y a leer un blog como este?

La escuela donde hice iniciación/básico tiene bastante solera, pero podía no haber sido así…

En mi primer año bailando fui al Cullera Salsa Festival, y allí pude ver grandes profesores de toda España, especialmente de línea. Llevaba ya 3 años en esto cuando fui al primer Shango Baila y seguí conociendo mundo….

Pero así a bote pronto, yo diría que un bailador no pasa menos de 2 años hasta saber por dónde le da el aire. Y yo me imagino la frustración que puede ser para un profesor de nivel, ver cómo gente que no está preparada para enseñar, hace mediocre lo que podría haber sido bueno llevado de su mano.

Decía Nayara Prudencio que los bailadores empleamos un dinero y un esfuerzo en aprender, y eso no debería ser algo superficial aunque se trate de una afición. Y por supuesto, ver cómo les quitan clientes. Pocos trabajan por amor al arte.

Soy consciente de que las pistas de baile madrileñas integran apasionados del baile, gente que busca una actividad, y búsqueda de pareja, y que los dos segundos grupos no necesitan a un crack como profesor, y eso lo complica aún todo mucho más.

Hay entonces, una segunda frustración: Puede que un buen profesor esté predicando en el desierto, sacando lo mejor de su talento para alguien que va a sus clases a entretenerse o a ver si encuentra compañía.

Por si fuera poco, alumnos que no tienen ni idea y que se quejan de la música porque dicen que es muy lenta, o que no llevan bien ser corregidos. Auténticos sordos de la música y del baile a los que hay que ponerles buena cara

Por no hablar de los que dicen necesitar más nivel mientras bailan con estilo banderillero. ¿Cuántas veces no habrá estado a punto de ocurrir un suceso para la prensa?

¿Y todo esto a qué precio? Decía Javier Murillo que el baile rara vez da para montar franquicias. Seguiré hablando de esto porque no quiero extenderme, pero viendo todo esto, creo que deberíamos valorar más a los buenos profesores.

La frustracion del buen profesor de salsa en Madrid - Relatos Salseros