Allá por los años 90 surgió en España la ruta del bakalao, aunque lo de la música electrónica venía ya de tiempo atrás. Desde los años 80, eran ya multitud de grupos los que se atrevían a experimentar con sintetizadores, y el techno como tal, había nacido mucho antes.
Pero es a principios de los 90 cuando pequeñas tribus bakalaeras empiezan a recorrer discotecas muy específicas de distintas ciudades, que haciendo una cadena en los tiempos del fin de semana, les permitía bailar chunda-chunda de viernes a domingo de forma ininterrumpida.
En esos primeros años, los sitios eran muy concretos y bien conocidos en el circuito. si hablamos de Madrid, New world, Specka, Attika…
Poquito después, el alcance de la fiesta (o como se le quiera llamar) empieza a aumentar, y que yo recuerde así a vote pronto, Radical, Friends, Kea, Fun factory, Space of sound, The omen, se hicieron clásicos en el circuito bakala.
En pocos años, una tribu relativamente pequeña, había pasado a ser una comunidad de gente que rotaba de garito en garito bailando como locos y haciendo de todo ello un estilo de vida.
Ya a principios de siglo XXI, la música electrónica estaba tan instaurada en la sociedad, que había emisoras de radio (como Piraña FM) que vivían de todo esto. Los DJs empezaron a ser eminencias en el mundillo. Recuerdo que se empezaron a montar escuelas de DJs (manda huevos). Algo reservado a unos pocos una década atrás, ahora pasaba a ser deseado y perseguido por muchos chavales que le veían posibilidades al asunto.
Lo último que sé de todo aquello, es que en los extra-radios de Madrid, se empezaron a montar megadiscotecas como Fabrik, en las que se daban (o dan) cita centenares/miles de personas al son de DJs que cobran miles de euros por una sesión dance.
Para contar bien esta historia, habría que haber empezado hablando de Valencia, y contar el circo que se monta en Ibiza cada verano. además de incluir Berlín y otras ciudades de centro-Europa, pero tampoco es cuestión de extenderse en exceso.
Vamos ahora con su símil al circuito salsero. Quizás no lo voy a poder contar tan bien en lo que a sus principios se refiere, como lo relativo al bakalao, porque sólo llevo 5 años salseando, pero sí que le veo bastantes analogías.
La salsa lleva sonando en Madrid años y años. Ramdall era un clásico hace ya bastante tiempo, y Tropical House ha cambiado de sitio unas cuantas veces hasta llegar a Mostenses. Azúcar estaba en Reina Cristina hace años. y Salsea tiene más años que el hilo negro.
Con todo y con ello, el mundo-salsa era también algo un poco tribal. Marta (mi pareja) bailaba salsa hace ya 16 años y sabe perfectamente de lo que hablo. No era fácil encontrar gente que bailase. No era lo habitual. Mi amigo Alberto, era habitual del circuito, y se conocían todos… profesores, bailarines, hosteleros, etc.
Sólo puedo hablar de este último lustro, pero ¿cuánta gente ha empezado a bailar en los últimos años? el crecimiento está siendo exponencial. Casi cualquier sitio te monta una sesión latina un miércoles o un domingo para intentar pillar gente en días flojos.
¿Cuántos nuevos profesores se han subido al carro de llevarse algo de pasta con esto del latineo? y ahora, además, tenemos iniciativas en las que forman profesores…
En esta comparación, los profesores serían los DJs, y los salseros (bachateros) ese gran público formado por gente que sale de la nada, pero que se engancha al mundillo y de repente se pone a hacer figuras. Al igual que con el bakalao, estaban los bakalas de verdad y la gente que se fue adheriendo, en el mundo-salsa están los salseros de verdad y los otros.
Otro punto en común es el look… ambas tendencias tienen el suyo propio. En mundo-baile, basta con ver a algún que otro profesor, para saber a lo que me refiero (peinado, camisetas…). También están los de la chaqueta ceñida (ver profesores de Pincel y otros). En la ruta bakala, había distintos subgrupos: estaban los malotes con sus plumas (chaquetas) y zapatillas de deporte, los modernos con sus camisetas de licra ajustadas… los de las camisetas bones, con su correspondiente cadenita entre la cartera y el pantalón…
Además, así como en el techno-bakalao se organizaban (organizan) fiestas rave, que están aparte de los locales habituales de música electrónica, la salsa tiene los congresos, esos saraos que nada tienen que ver con Pincel, Tropical House, Azúcar, etc., y que de forma puntual recogen un elenco de profesores (DJs en el caso de fiestas rave) dando marcha al personal un fin de semana entero.
Por último, al igual que con el tiempo, el bakalao fue derivando en progressive, house, dance, etc., la salsa/bachata/merengue está dando paso a nuevas tendencias como la kizomba.
Dentro de unos años veremos la evolución de este boom de la música latina. si sufre una regresión y vuelve a ser lo que era hace unos años, si se estabiliza, si sigue creciendo y (como el house) se convierte en una música de fondo en sitios donde no se baila… Ahí tendrá mucho que decir lo que he comentado ya en otros artículos.
Por suerte, la salsa es bastante más beneficiosa para la salud que la música electrónica (a buen entendedor…). También es cierto que el mundo-baile (ya comentado también) es algo en lo que mucha gente se inicia con una edad que no tiene nada que ver con lo que se ve (o se vio) en la ruta del bakalao.
Lo que no tengo muy claro donde encajar en todo esto, son las escuelas. quiero decir, casi todo tiene su parte análoga… profesores=DJs, discotecas, congresos=raves, look, salseros=bakalaeros, oriundos, etc.. Quizás sea el hecho de que, precisamente, bailar bakalao es (o era) una reivindicación de transgresión hacia regla alguna.