Me gusta ver esos vídeos en los que salgo, después de unos añitos bailando, y he mejorado al hacer el guagancó, pero la verdad es que lo del estilo lleva lo suyo…

Por hacer con la analogía con el inglés, hay gente que a la que le lleva su tiempo dejar de decir jélou para empezar a decir helóu. Y eso va de forma paralela a coger vocabulario y gramática, al igual que en baile lo hace en paralelo a coger figuras.

Así que pienso que está muy bien asistir a esas clases, pero desde un cierto realismo que nos permita saber dónde estamos en cada momento, y no dejar de pensar que hay que salir a la pista, bailar y bailar y bailar, y mirarse en el espejo de casa y de clase… y volver a talleres, pero no pensar que con asistir a clase las cosas cambian deprisa.

Sabiendo también, que el estilo de cada uno se va forjando con el tiempo, de forma individual a la persona y hasta donde llegamos cada uno. Por supuesto con estas clases en el bolsillo… porque todo lo que aprendes, tarde o temprano lo sacas a pasear en la pista.

Y sabiendo además, que ir a una clase en la que el profesor (o profesora) te enseñe a sentir la música, y a hacer figuras chulas, va a hacer que el cuerpo se deje llevar, y a partir de ahí, conforme vayas cogiendo seguridad. y si el profesor tiene estilo, seguro que algo se te pega de verle de forma regular. Y repito las veces que haga falta, cuanto más pises pista, mejor.

Vamos a ver cómo retoco este post en unos años, porque este es de los que merece la pena mirar atrás con el tiempo a ves si sigo pensando lo mismo.