La mayoría de las salas de baile incluyen clases en sus sesiones. De hecho, en su día una empresa de eventos me pareció ser El corte inglés del SBK en Madrid: Congresos, sesiones, clases, comercialización de ropa… pero es como si todo partiese del evento.
Y en estos años, he visto también cómo la mayoría de profesores tienen reservados en salas para sus alumnos.
Recuerdo también, las fiestas de alumnos una vez al mes en una escuela en la que estuve bastante tiempo. Prácticamente cerraban una sala para nosotros, aunque la sesión nunca tuvo el nombre de la escuela, y no tenía mucha calidad (DJs, nivel de baile)…
Pero lo que he visto desde hará unas semanas, es una escuela que tiene su propia sesión de forma regular en una de las mejores salas de Madrid. Y ahí es donde me paro.
Aunque antes haré un inciso:
Leyendo sobre la posibilidad de fumar únicamente un cigarro después de comer, los científicos lo ponen como algo muy complicado porque la nicotina libera dopamina, dándole placer al fumador. Y eso es algo que permanece ahí toda la vida para un ex-fumador.
Trasladado esto a la salsa, los que de verdad hemos sentido placer escuchándola, solo tenemos que ver un vídeo para sentir placer, y no necesariamente dejando de ir a clase dejaremos de bailar.
Pero no todos los que pasan por el circuito llegan a experimentar ese placer con la música, por lo que una vez abandonadas las clases, adiós a la salsa (al menos temporalmente). Eso le da una rotación altísima a todo esto.
¿Y dónde están los nuevos en su mayor parte? en las escuelas, fuente inagotable de gente: bailadores auténticos, gente buscando hobby, solteros, divorciados, deprimidos, asociales… allí están todos, cada uno por su motivo.
Probablemente por eso, los profesores son unos excelentes RRPP para los nuevos. Sus alumnos y talleres de calidad aseguran público en las salas. Y por el primer factor, puede que esta sesión de la que hablo hoy (la propia de la escuela) llegue a consolidarse.
Es curioso porque junta alumnos de todos los niveles, con gente ajena a la escuela que lleva años bailando. Todo un fenómeno a estudiar.
Igual sus alumnos comienzan a desperdigarse y a querer conocer sitios nuevos. Igual progresa y la escuela decide ampliar horizontes y hacer su propio macro-congreso (ahora hacen pequeños congresos, alguna otra escuela también los hace).
Yo diría que cuando estás empezando a bailar, el tener a la gente conocida ahí, ayuda mucho a disfrutar la noche. Por otra parte, creo que no es bueno sectarizarse.
A mí me ayudaron mucho estos saraos en mis inicios, incluso para conocer gente y luego ir a otros sitios ya en grupo. Y aunque esto se puede conseguir también con un reservado en cualquier sesión, las fiestas de la escuela eran especiales.
Desde luego, para llegar a tener sesión propia, se tiene que gozar de buena salud. No tengo claro que todas las escuelas puedan montar algo siquiera parecido.
