Arranca septiembre, y habrá quien haya progresado este verano a base de intensivos y de talleres en congresos, quien se plantee empezar a ir a clases regulares para tener más soltura, y quien haya leído que en la pista todo vale y se lo habrá creído.
Vaya por delante que no soporto a los súper-pro que miran por encima del hombro a los que tienen menos nivel que ellos, pero cada vez cuestiono más el sacar a bailar a alguien y que ya en la pista te diga que sólo sabe un poquito. Creo que eso hay que decirlo antes de caminar hacia el parqué, se gestiona mejor la sesión y al final todos bailamos igualmente.
Tampoco digo (ni mucho menos) que la gente de iniciación se ponga una L como en el coche, de hecho creo que todos hemos empezado y se pasa mal, y siempre se debe apoyar al que empieza.
Es más, en su día escribí Más difrutar y menos figuritas como una forma de alentar a que la gente se metiese más en la música y el disfrute, pero eso nada tiene que ver con cosas que estoy leyendo en redes.
Veo muchas publicaciones (con la mejor intención) del pelo: Nadie anda mal, nadie ríe mal, ni llora mal, ni nadie baila mal.
Lo primero que pienso es que por esa regla de 3, tampoco nadie baila bien. Para que alguien pueda hacer algo bien, tiene que haber alguien que pueda hacerlo mal, ¿no?.
Más allá de lógica gaussiana, lo siguiente que pienso es en la pasta que lleva invertida en baile alguien que lleva 7 años en esto (por ejemplo), y me salen unos 3.000 en clases regulares, que sumados a congresos, intensivos, etc, dan un mínimo de 6.000. No voy a entrar en si ha sido más o menos divertido el camino.
Creo que hay que conseguir que todo el mundo se sienta integrado en una sesión de baile, pero también que un exceso de buenismo puede llevar a desmotivar a los que llevan unos años creciendo, a los que disfrutan mucho de todo esto del salón.
Si los bailadores de nivel se desesperan con lo que encuentran en algunas sesiones, y encima ven que en redes se lanza el mensaje equivocado, se puede estar muriendo de buenismo.
Quizás se podría hablar de lo bien que te lo vas a pasar cuando seas capaz de hacer pasos de baile elegantes… no sé… compensar un poco el clásico: Baila con el corazón (que tan verdad es, por otra parte).
Además, creo que a las escuelas les vendría mejor. Que no se nos olvide que las ganas de mejorar (cada uno hasta donde puede) ayudan a que la gente se quede más tiempo en el circuito.
No nos olvidemos que esto es Madrid, que se baila salón, y que para alguien que lleva años yendo a escuelas, al final cansa dar muchas veces en la misma sesión con bailadores que apenas están empezando a hacer el Dile que no.